Los programas de estudio conocidos como work and travel constituyen una de las alternativas más económicas para costear un viaje a Estados Unidos. Son ideales para jóvenes que tengan un dominio intermedio del inglés pues a lo largo de su estadía pueden mejorar mucho su nivel a través de la práctica constante.
Los programas work and travel a pesar de ser auspiciados por diferentes agencias guardan características similares. La mayoría tiene una duración de 4 meses (el último mes es para vacacionar). Además suelen empezar durante la segunda semana del mes de diciembre. Los jóvenes llegan a los hoteles o centros recreativos donde hayan sido asignados en esa fecha para poder realizar con tiempo todos los arreglos antes del inicio de la temporada alta (a partir de la tercera semana de diciembre).
En el caso de Estados Unidos, los lugares desde donde suelen hacerse las convocatorias son ciudades como Colorado, California, Michigan y Nevada, cuyo principal atractivo por esas fechas son sus acogedores hoteles rurales próximos a estaciones de esquí.
Los interesados en este tipo de programas pueden buscar alguna agencia en internet y averiguar en qué universidades está realizando convocatorias en este momento. Como siempre, lo más adecuado es estar preparados con mucha anticipación para poder conseguir la bolsa de viaje, el seguro médico, etc.
También es importante conocer el perfil requerido antes de hacer la solicitud. Estos programas están dirigidos a jóvenes universitarios que tengan entre 18 y 28 años, y que posean un dominio básico o intermedio del inglés. Finalmente, vale acotar que estas agencias prefieren a los chicos que recién comienzan o que están a la mitad de la carrera, y suelen descartar a los solicitantes que están por cursar el último año.
Gracias a la experiencia que tuvo una amiga muy cercana con este programa les puedo decir que es una de las mejores formas de aprender inglés in situ. Ella trabajó desde el 15 de enero hasta el 15 de marzo de este año. Por suerte le tocó trabajar solo durante las mañanas, así que todos los días a partir de las 5 de la tarde estaba libre para pasear con sus amigas y llamar a sus familiares. Además, durante su estancia no tuvo que gastar un dólar en comida ni en hospedaje, y lo más importante, pudo practicar su inglés intensivamente hablando con nativos.