Los idiomas no solo están destinados para los jóvenes o los adultos. Su enseñanza va más allá de alguna edad predeterminada. Por eso, hay una gran variedad de centros de idiomas que se dedican a la enseñanza de estos a personas de edad avanzada o a niños muy pequeños.
En sí, no hay límites para estudiar cualquier lengua. Por eso, es que desde hace algunos años se ha implementado una técnica por la cual los niños menores de cinco años pueden estudiar cualquier lengua sin ningún problema. La eficiencia de este novedoso sistema la ha podido comprobar Fernanda. Su hijo de cuatro años está estudiando inglés en un instituto especializado en la enseñanza de idiomas para pequeños. Con este hecho, el niño está ganando terreno y tiempo ya que cuando llegue a la escuela ya tendrá una serie de nociones básicas en el manejo del inglés.
Sin embargo, su mamá no quiere que olvide sus raíces y su deseo es que aprenda a utilizar con suma naturalidad tanto el inglés como el español. Y por el momento lo está logrando ya que su hijo está logrando un progreso increíble. Según su profesora, él es uno de los mejores de la clase. Casi siempre participa en todas las actividades que se realizan dentro del salón de clases.
Todas estas características que James posee tienen que ver mucho con las habilidades que posee debido a su edad. A partir de los dos años de edad los infantes pueden comprender con gran facilidad cualquier cosa que se les enseñe. Todo lo que se encuentra alrededor de ellos puede ser conocido y aprendido. Por eso, es que los niños menores de cinco años son tan despiertos y perspicaces. Y este es el caso de James, el hijo de Fernanda. Sale a la pizarra a contestar las preguntas que su profesora le hace, participa de forma activa en los trabajos grupales. Además, siempre se encuentra predispuesto a hacer cualquier cosa que se le mande a hacer.