Una parte muy importante de su trabajo consistirá en ser capaz de expresarse ante un auditorio. Esta tarea que puede parecerle en principio sencilla, puede convertirse en un auténtico reto para aquellos que no se encuentran cómodos hablando en público, sobre todo si la presentación debe realizarse en otro idioma. A continuación, le ofrecemos las claves para que sea un éxito.
Saber a qué público nos dirigimos
El primer paso consiste en saber ante quién va a presentar el tema. Busque información sobre su público. ¿Quiénes son? ¿Dónde trabajan? ¿Conocen el tema a tratar? ¿Su lengua materna coincide con la que utilizará en su presentación? Si conoce todos estos detalles, podrá preparar mejor su discurso.
En cambio, si realiza su intervención en otro idioma, deberá concentrarse en la gramática y la pronunciación para asegurarse de que todo el mundo le comprende perfectamente. Adapte pues su presentación al auditorio.
Ser organizad@
Para transmitir información de forma eficaz en una lengua extranjera, seberá realizar sistematicamente un esquema de su presentación. En efecto, es todavía más complicado improvisar si además tenemos que estar pendientes de la gramática, del acento… Tome papel y boli y realice un esquema de su presentación.
Captar la atención
Para que su presentación sea un éxito, deberá captar la atención de la audiencia desde la primera palabra. Si no lo consigue, tiene un 75% de posibilidades de que el público no retenga la información que comunica. Por ello, es primordial que comience bien la presentación.
Puede empezar con el típico “Buenos días, me llamo X y estoy aquí para hablarles de…”, pero un comienzo genérico será menos contundente y la información se percibirá como aburrida. Empezar por tanto con una pregunta es una buena estrategia, ya que de esta manera incita a la audiencia a reflexionar al respecto. Esta súbita llamada a la reflexión ayudará a llamar la atención sobre el tema en cuestión. Otra manera de despejar a los que se sientan en las últimas filas consiste comenzar con un discurso provocador o chocante. Por ejemplo, si trata de incitar a su empresa a realizar donaciones a una asociación, puede comenzar hablando del número de personas que mueren cada día de hambre y después proseguir con eldesarrollo de su argumentación.
También puede citar a alguna autoridad como Aristóteles: «la sabiduría es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad». Existen cientos de formas de poder captar la atención de la audiencia desde el principio de la intervención, una vez que haya analizado a su público podrá decidir cuál es la más apropiada.
Transmitir confianza y seguridad
Para mantener la atención de su auditorio deberá demostrar que realmente conoce bien el tema. Para transmitir credibilidad, deberá ofrecer información interesante y útil, apoyar sus argumentos con estadísticas y sobre todo crear un clima de confianza. Si se encuentra desvahido, camina hacia todas partes, juegua con sus dedos o muerde sus uñas no transmitirá en absoluto confianza. El auditorio pensará que no tiene credibilidad. Para evitarlo, hable a un ritmo adecuado, ni muy deprisa, ni muy despacio. Realice pausas de algunos segundos, para que su audiencia pueda reflexionar sobre la información. ¡Acuérdese! Se dirige a un público: mantenga una buena postura, evite meter las manos en los bolsillos. No dude en beber agua mientras realiza la presentación para mantener la garganta hidratada.
Utilizar apoyos visuales
Como señalamos anteriormente, su lenguaje corporal habla sobre usted. Para transmitir su mensaje, puede utilizar su cuerpo como apoyo. Puede acompañar sus palabras con sus manos para subrayar las informaciones más importantes. Utilice gráficos y tablas siempre que pueda. Existe un estudio que asegura que la información se retiene mejor si se presenta visualmente. Si la presentación se realiza en otro idioma, esto es aún más importante.
Utilizar su voz como instrumento
Realizar inflexiones en sus frases para subrayar informaciones importantes. Si quiere insistir sobre una palabra, haga una pausa antes de pronunciarla. Su auditorio parará su reflexión y esperará con atención el final de su frase. Este tipo de comunicación estimulará mucho a su público. También puede pronunciar ciertas frases más lentamente, más fuerte, o articulando más las palabras. Esto podrá marcar los puntos más importantes de su presentación y mantener al auditorio atento.
Presentar con pasión
Su discurso será más creíble si lo presenta con emoción e implicación. El ser humano recuerda con mayor facilidad aquellas informaciones asociadas a un sentimiento. El cerebro humano tiende a imitar aquello que ve. Si ve a alguien sonreir, la reacción más común será sonreir, si vemos a alguien bostezar… Utilice esta estrategia biológica e introdúzcala en su presentación. Ayudará a que las personas retengan mejor la información que desea transmitir.
Concluir con fuerza
La presentación debe concluir como un buen libro. Debe conseguir que el público continúe reflexionando aunque haya terminado. El auditorio debe presentir que se dirige hacia un cierre que ponga punto y final a las informaciones que ha presentado. Al final de la intervención, establezca una conclusión que tenga relación directa con la problemática de partida. Elija sus últimas palabras concienzudamente, para que calen hondo entre los asistentes. Preste una atención particular a la información que presente al principio y al final de su discurso, ya que serán los datos que sean retenidos con más fuerza.
Si tiene en cuenta los consejos que hemos presentado, no debería encontrar dificultad alguna a la hora de comunicarse con su auditorio. Captará la atención de los asistentes incluso si debe realizar la presentación en un idioma diferente a su lengua materna.
Cuando lo haya conseguido o si tiene algún otro método que le funcione, ¡cuéntenoslo!