El año pasado por estas fechas tomaste la decisión de aprender inglés. Te inscribiste a un grupo, comenzaste tus clases con mucho entusiasmo ¿y qué sucedió en un mes?: no recordabas ni entendías lo que decía el teacher. Te daba pena participar, te desesperaste porque sentías que no aprendías y terminaste por renunciar al curso, ¿acerté? Bueno, para que esto no pase de nuevo, a continuación presentamos algunos consejos que mejorarán tu aprendizaje del inglés.
- Dedícale tiempo y ten paciencia. Créeme, a menos que seas un genio superdotado, no vas a aprender inglés por completo en un mes, mucho menos si no asistes a clases regularmente o le dedicas al menos 15 ó 20 minutos diarios.
- Identifica tu estilo de aprendizaje personal. Hay personas que aprenden mejor cuando utilizan imágenes. A otras personas les funciona usar gráficas, escribir, subrayar con marcadores, pegar carteles, etc. Una vez que determines tu estilo usa estas cualidades para retener información.
- Abre tu mente. No quieras aferrarte al español: si alguna palabra se dice así en tu idioma no necesariamente es igual en inglés. Aprende nuevas reglas gramaticales y ten en cuenta las excepciones.
- Consigue un buen diccionario bilingüe y haz la tarea. Además, anota las dudas que se te presenten. De esta manera podrás preguntar sin tantos rodeos a tu maestro o alguna persona que hable el idioma. Otra cosa que es muy útil es hacer las tareas que asigna el maestro. Sí, ya sé que no te gusta hacer la tarea, pero es en ese momento cuando surgen tus dudas y te das cuenta si entendiste la lección.
- Aprende una palabra o una frase útil al día. Puedes anotarla en un lugar visible, ¿qué tal en tu protector de pantalla?
- Lee en voz alta en inglés y practica lo que aprendiste. A casi todos nos ha pasado que algún turista nos pide información, ¿o no? Pues aprovecha para practicar. Esto te ayudará a mejorar tu pronunciación, fluidez y seguridad al hablar.
- No tengas miedo equivocarte. Es muy normal cometer errores, pero si decides no hablar por miedo a equivocarte nunca sabrás los puntos que hay que reforzar. Así que cuando sea tu turno relájate, concéntrate y comunícate.
- No te preocupes por el acento. No tienes que pronunciar exactamente como un norteamericano, lo importante es que hables claro y que logres comunicar el mensaje.
- Motívate. Piensa en las ventajas y satisfacciones que podrías tener en tu trabajo, en tu escuela, si aprendes a hablar inglés.
- Por último: no te estreses. Es más difícil retener información cuando estás frustrado o de malas. ¡No sufras el inglés, disfrútalo!