1. Ten clara la razón por la cual lo estás aprendiendo.
Tener un buen motivo para hacerlo ayudará a que no pierdas motivación, ya que siempre que te dé un poco de flojera ir a una clase o estés pensando en abandonar el estudio, solo deberás recordar por qué te dijiste en un principio que aprender inglés era algo que necesitabas hacer. Si solo lo haces por hacer es probable que la flojera te gane y te haga aprender muy lentamente, o abandonar el estudio por completo.
2. Sumérgete en el idioma.
Ya sabes por qué quieres hacerlo, el siguiente paso es entrar de lleno al idioma; comenzar a ver películas en inglés y prestar más atención a la pronunciación, el acento, el tono que utilizan, etc.
Otro consejo sería cambiar el idioma de tus aparatos electrónicos a inglés, tu celular, computadora, etc., de esta manera estarás practicando incluso inconscientemente.
Recuerda que la práctica hace al maestro, y si practicas todo el día podrás aprender el idioma mucho más rápido.
3. Abandona tu zona de confort.
La mejor manera de apresurar el aprendizaje del inglés es utilizando el idioma lo más que puedas, hablando con otras personas y contigo mismo. Esto implica que te vas a equivocar en algunas situaciones y probablemente te metas en situaciones embarazosas, debes estar dispuesto a pasar por estos momentos sin que te importe el “qué dirán” y tomar riesgos para poder en verdad aprender el idioma de la manera más rápida posible.
4. Escucha.
Así como tienes que aprender a caminar antes de correr, en el inglés primero debes aprender a escucharlo para después poder hablarlo más fácilmente. Cualquier idioma suena extraño la primera vez que lo escuchas, pero mientras más lo hagas más te irás familiarizando con él y te será mucho más fácil hablarlo.
5. Diviértete.
Para aprender con más rapidez y hacer ameno el proceso puedes recurrir a distintas técnicas de aprendizaje, o conseguir algún amigo o compañero que también quiera aprender rápidamente y de esa manera apoyarse el uno al otro.